sábado, 28 de junio de 2008

LA ERA DE LA REFORMA
de Allan Nevins y Henry Steele

En 1896 con el término de la “La primera batalla” (principio de la campaña progresista de los ejércitos de los agricultores y trabajadores, los cuales colocaron sobre la Casa Blanca un nuevo gobierno nacional democrático), se da inicio a la Era Progresista, la cual se caracterizó por la rebelión y la reforma en casi todos los ámbitos de la vida de los Estados Unidos.

En este periodo se revisó a fondo el apartado político y se modernizó, se llevó a las instituciones al tribunal de la razón para que se justificara a sí misma o cambiara su manera de proceder, se examinó el impacto de la cuidad, la inmigración, las desigualdades de riqueza y el desarrollo de las clases. Lo que en Estados Unidos había turbado la vida de sus pobladores no solo eran los problemas de los agricultores y trabajadores sino la idea de crear una sociedad en la que todos se les diera libertad e igualdad.

Este problema era común pues las ciencias naturales y las máquinas habían dejado atrás a las ciencias sociales y al aparato político; las prácticas y los principios heredados de una república rural del siglo XVlll ya no podían dar satisfacción a las exigencias de un Estado moderno del siglo XX. Sin embargo, el crecimiento creó multitud de problemas: los dominios de la agricultura habían crecido más allá de los límites fijados y las ciudades crecieron tan rápidamente que no pudieron gobernar convenientemente a sus pobladores.

Ante esas situaciones lo que los reformadores vieron fue la pobreza, injusticia y corrupción, de manera que se idearon nuevos procedimientos de gobernar mediante:

*La iniciativa
*El voto para las mujeres
*Las lecciones primarias
*Las leyes contra las prácticas corruptas

Para lograr las propuestas establecidas la prensa imprimió sin cesar libros en los que se denunciaban las inquietudes de orden que se iban creando y hacían proposiciones en favor de un mejor orden; novelistas se apartaron de las historias sentimentales y se pusieron a escribir novelas que trataban problemas sociales y morales; los eruditos descendieron de sus torres para ocuparse de los problemas sociales.

Era necesario quitar de los barrios de Nueva York la suciedad, enfermedades, criminalidad, vicios y miseria en la que vivía la otra mitad que se había quedado fuera de la “democracia” y se hallaban en la corrupción política.

Par sacar a los niños de las calles, y darles una mejor oportunidad de una vida saludable y decente, se construyeron campos de juego, escuelas, se distribuyó gratuitamente leche a los que no podían comprarla, guarderías de día para las madres trabajadoras, asociaciones de enfermeras y médicos que prestaban sus servicios gratuitamente, etc.

Todo lo mencionado anteriormente se hizo con el fin de que en Estados Unidos se creara realmente una reforma que les permitiera a sus pobladores tener una mejor forma de vida y progreso.

lunes, 23 de junio de 2008